Ahora que tus
barcos
navegan por
mis aguas
al viento, sin
temores
banderas
desplegadas,
ahora que
conoces
la ruta y el
secreto
que lleva sin
borrascas
al escondido
puerto;
dorada
fantasía
esbeltos
cocoteros
arenas
calcinadas
atardecer de
ensueño
regálame los
frutos
sazonados con
fuego
de hogueras
encendidas
con caricias y
besos.
Ahora, no
mañana
conjuguemos el
verbo
esencia de la
vida
vértice de
misterios
que atempera
la sangre
y cala hasta
los huesos.
Bebamos de su
cáliz
ahora. Cese el
tiempo.
Repliega tus
banderas
y atraca en
este puerto
en este mismo
instante
que es la hora
del beso
y tu boca y la
mía
son dos soles
de fuego.
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